Como en embriagadora especería
desata sin ruido en la fluidez clara
del espejo sus fatigados gestos;
e introduce allí dentro su sonrisa.
Y aguarda hasta que de todo eso ascienda
el líquido; luego vierte el cabello
en el espejo y, alzando los hombros
maravillosos del traje de noche.
bebe callada de su imagen. Bebe
lo que una amante en éxtasis bebiera,
inquiriendo desconfiada; y hace
un guiño a su doncella, si ve luces
sobre el fondo del espejo, roperos,
y lo turbio de una hora trasnochada.
Rainer Maria Rilke nació en Praga en diciembre de 1875. Estudió en uno de los mejores colegios de dicha ciudad y luego ingresó en una academia militar, que abandonó para estudiar letras y filosofía en las universidades de Praga, Munich y Berlín. De esa época datan sus primeros libros de poesía: Vida y canciones (1895), Coronado de sueño (1897) y Adviento (1898). Un viaje a Rusia en 1899 le inspiraría años más tarde sus conocidas Elegías del Duino (1922). La leyenda del amor y muerte del alférez Christoph Rilke y el libro Cuadernos de Malte Laurids Brigge atrajeron la atención de los críticos sobre él, especialmente en Francia, donde había residido y había trabado amistad con el escultor Auguste Rodin y el escritor André Gide. Tras la primera guerra mundial, en la que participó brevemente, viajó por varios países mediterráneos y finalmente se estableció en Suiza, donde publicaría los Sonetos a Orfeo, una de sus obras más conocidas. Murió en 1926.