A la puta que se llevó mis poemas, de Charles Bukowski | Poema

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    A la puta que se llevó mis poemas

    Algunos dicen que debemos eliminar del poema 
    los remordimientos personales, 
    permanecer abstractos, hay cierta razón en esto, pero 
    ¡Por Dios! 
    ¡Doce poemas perdidos y no tengo copias! 
    ¡Y también te llevaste mis cuadros, los mejores! 
    ¡Es intolerable! 
    ¿Tratas de joderme como a los demás? 
    ¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero? Usualmente 
    lo sacan de los dormidos y borrachos pantalones enfermos en el 
    rincón. 
    La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de 
    cincuenta, 
    pero mis poemas no. 

    No soy Shakespeare 
    pero puede que algún día ya no escriba más, 
    abstractos o de los otros; 
    Siempre habrá dinero y putas y borrachos 
    hasta que caiga la última bomba, 
    pero como dijo Dios, 
    cruzándose de piernas: 
    “veo que he creado muchos poetas 
    pero no tanta poesía.”

    Charles Bukowski nació en Adernach, (1920-1994). Vivió en su infancia y adolescencia en un entorno familiar y social violento, hecho que marcaría el devenir de su posterior producción literaria. Pieza capital de la que se vino en llamar generación beat, su vida fue tan radical como las historias narradas en sus propias obras. Adicto al sexo, las drogas y el alcohol, su literatura, casi autobiográfica, es fiel reflejo de su lucha contra el aburguesamiento y la comodidad. Su realismo descarnado y lírico y su humor ácido y desencantado han influido en multitud de escritores de generaciones posteriores.

    • Di un recital de poesía el sábado pasado en 
      los bosques de las afueras de Santa Cruz 
      y estaba a punto de acabar 
      cuando oí un grito fuerte y largo 
      y una joven bastante guapa 
      corrió hacia mí 
      vestido largo y fuego en la mirada 
      y saltó al escenario 

    • a los 16 años  
      durante la Depresión  
      llegué a casa borracho  
      y toda mi ropa  
      —pantalones cortos, camisas, calcetines—  
      la maleta y las páginas de  
      mis relatos  
      estaban desperdigadas por el  
      jardín de la entrada y toda la  
      calle.  

    • deshecho, anclado he sacado de nuevo 
      la vieja libreta amarilla 
      escribo desde la cama 
      como hice el año 
      pasado. 

      Iré al médico 
      El lunes. 

      sí, doctor, las piernas flojas, vértigo, 
      dolor de cabeza y dolor de espalda 

    • ocurrió cuando vivía en DeLongpre 
      y escribía historias verdes para las revistas de sexo 
      nunca recibí una nota de rechazo 
      hasta el día en que recibí 
      una irritante: 
      «estimado Chinaski: 
      está bien escrita pero 
      insinuar que un tipo feo de su edad