'El jugador afortunado', de Concepción Arenal | Poema
Título: El jugador afortunado
Autora: Concepción Arenal
Narrador: Francisco Fernández
El jugador afortunado
Con indecible alegría
tuvo un joven la noticia
de que la suerte propicia
le premió en la lotería.
Toma en duros un millón,
lleva a su padre el dinero,
que en tono grave y severo
dale esta santa lección:
«Dime, ¿palabra formal
no me has dado de enmendarte
y al juego la menor parte
no exponer de tu caudal?»
«Tengo a más favor derecho;
yo jugué, sin duda alguna,
pero gané.» «¿Y la fortuna
acaso varía el hecho?
¿Una acción mala no es tal
del éxito coronada?
Tu falta fue calculada
y el acierto casual.»
Como éste justificados
hállanse pocos varones
que juzguen por las acciones
y no por los resultados.
Si quieres ser justo advierte
que en el caos más profundo
confundida está en el mundo
la prudencia con la suerte.
El temple
«¿Decidme por qué razón
uno al hierro, otro al acero,
comparaba D. Antero
a Nemesio y a León?»
«Porque con los dos metales
gran semejanza se advierte:
uno débil, otro fuerte,
vinieron al mundo iguales.
...El sobrio y el glotón
Había en un lugarón
dos hombres de mucha edad,
uno de gran sobriedad
y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
gozaba siempre el primero,
estando de Enero a Enero
débil y enteco el segundo.
...El pajarero
En cierto lugar habia
un ricacho solterón
con la más rara afición,
o si se quiere mania.
Y era pájaros juntar,
con maña domesticarlos,
y aun [a] algunos enseñarlos
palabras a pronunciar.
...El mastín y el gallo
Sabido es de cada cual
que aún mucho más que el caballo,
entre los vanos, el gallo
es vanidoso animal.
Había en cierto lugar
uno que el cuello inclinaba
cuando la puerta pasaba
por temor de tropezar;
...
Alfonsina Storni
Para decirte, amor, que te deseo,
sin los rubores falsos del instinto.
Estuve atada como Prometeo,
pero una tarde me salí del cinto.
Son veinte siglos que movió mi mano
para poder decirte sin rubores:
"Que la luz edifique mis amores".
¡Son veinte siglos los que alzo mi mano!
...Rosalía de Castro
Su ciega y loca fantasía corrió arrastrada por el vértigo,
tal como arrastra las arenas el huracán en el desierto.
Y cual halcón que cae herido en la laguna pestilente,
cayó en el cieno de la vida, rotas las alas para siempre.
Mas aun sin alas cree o sueña que cruza el aire, los espacios,
y aun entre el lodo se ve limpio, cual de la nieve el copo blanco.
No maldigáis del que, ya ebrio, corre a beber con nuevo afán;
su eterna sed es quien le lleva hacia la fuente abrasadora,
...Manuel Flores
Bésame con el beso de tu boca,
cariñosa mitad del alma mía,
un sólo beso el corazón invoca,
que la dicha de dos me mataría.
¡Un beso nada mas!...Ya su perfume
en mi alma derramándose, la embriaga;
y mi alma por tu beso se consume
y por mis labios impaciente vaga.
...Manuel Acuña
Ante el recuerdo bendito
de aquella noche sagrada
en que la patria alherrojada
rompió al fin su esclavitud;
ante la dulce memoria
de aquella hora y de aquel día,
yo siento que en el alma mía
canta algo como un laúd.
...