te numero, te teléfono aburrido te direcciono (callo, caso y escalero) te habitacionada ya te lámparo te suelo te vaso te enfósforo te libro te disco te destoco te desvisto desoído te camo te almohado enciendo descobijo te pelo te cadero me cinturas nos trasvasamos labio a labio me embotello e tu adentro nos rehacemos te desformo me conformo miltuplicada tú yo mildividido
te numero, te teléfono aburrido te direcciono (callo, caso y escalero) te habitacionada ya te lámparo te suelo te vaso te enfósforo te libro te disco te destoco te desvisto desoído te camo te almohado enciendo descobijo te pelo te cadero me cinturas
El verano pone su color tranquilo sobre todas las cosas y las hojas; de nuevo alborota el viento a las muchachas, cierra los cuadernos y junta la tarde perezosa a las naranjas. Arena de luz la playa, tranquilo el mar, en paz el ave, solo el polvo
Ante todo, es preciso ordenar la infancia como un país disperso, hallar las fechas de su límite: la dulce iniciación en la desobediencia, la cerradura que por necesidad puse a mi alcoba o la primera mujer que se guardó la noche
Y ahora en dónde sobre qué vínculo en qué botín he de apoyar el alma en qué piedra por favor en qué ayer. Nadie me dijo que comenzarían hoy los siglos de la noche. Lunes de una ciudad sobre la desolación.