Esta noche no hubo luna, de León Felipe | Poema

    Poema en español
    Esta noche no hubo luna

    Ahora camino de noche 
    porque las noches son claras... 
    Y esta noche no hubo luna, 
    no hubo luna amiga y blanca... 
    y había pocas estrellas, 
    pocas estrellas y pálidas... 

    Y era todo triste sin la luna amiga... 
    y era todo negro sin la luna blanca. 

    No se veía la cinta      de la carretera larga... 
    los olivos del recuesto 
    apenas se dibujaban... 
    un murciélago pasó 
    rozándome la cabeza con el ala... 
    y me ladraron los perros 
    en los bancales con saña. 
    Sin luna todo era negro y triste... 
    vi una luz allá lejana... 
    y, a tientas, fui hasta la luz 
    y en la luz pedí posada... 

    Esta noche no hubo luna... 
    no hubo luna amiga y blanca... 
    Y recordé aquella noche 
    en que no vino mi amada... 

    y en que yo loco de amor, 
    lleno de fiebre y de ansias... 
    hice también alto 
    en la primera posada... 

    • No he venido a cantar, podéis llevaros la guitarra. 
      No he venido tampoco, 
      ni estoy aquí arreglando mi expediente 
      para que me canonicen cuando muera. 
      He venido a mirarme la cara 
      en las lágrimas que caminan hacia el mar, 
      por el río y por la nube... 

    • Deshaced ese verso, 
      Quitadle los caireles de la rima, 
      el metro, la cadencia 
      y hasta la idea misma... 
      Aventad las palabras... 
      y si después queda algo todavía, 
      eso 
      será la poesía. 
      ¿Qué 
      importa 
      que la estrella 
      esté remota 

    • Y ahora pregunto aquí: 
      ¿quién es el último que habla, el sepulturero o el Poeta? 
      ¿He aprendido a decir: Belleza, Luz, Amor y Dios 
      para que me tapen la boca cuando muera, 
      con una paletada de tierra? 
      No. He venido y estoy aquí, 

    • Pero ¿qué están hablando esos poetas de ahí de la palabra? 
      Siempre en discusiones de modisto: 
      que si desceñida o apretada... 
      que si la túnica o que si la casaca... 
      La palabra es un ladrillo, ¿Me oísteis?... ¿Me ha oído usted, Señor Arcipreste? 

    • A Alberto López Argüello 
       
      ¡Qué lástima 
      que yo no pueda cantar a la usanza 
      de este tiempo lo mismo que los poetas de hoy cantan! 
      ¡Qué lástima 
      que yo no pueda entonar con una voz engolada 
      esas brillantes romanzas 

    banner cuadrado de Audible
    banner horizontal de Audible