Lamento y esperanza, de Luis Cernuda | Poema

    Poema en español
    Lamento y esperanza

    Soñábamos algunos cuando niños, caídos 
    en una vasta hora de ocio solitario 
    bajo la lámpara, ante las estampas de un libro, 
    con la revolución. Y vimos su ala fúlgida 
    plegar como una mies los cuerpos poderosos. 

    Jóvenes luego, el sueño quedó lejos 
    de un mundo donde desorden e injusticia, 
    hinchendo oscuramente las ávidas ciudades, 
    se alzaban hasta el aire absorto de los campos. 
    Y en la revolución pensábamos: un mar 
    cuya ira azul tragase tanta fría miseria. 

    El hombre es una nube de la que el sueño es viento. 
    ¿Quién podrá al pensamiento separarlo del sueño? 
    Sabedlo bien vosotros, los que envidiéis mañana 
    en la calma este soplo de muerte que nos lleva 
    pisando entre ruinas un fango con rocío de sangre. 

    Un continente de mercaderes y de histriones, 
    al acecho de este loco país, está esperando 
    que vencido se hunda, solo ante su destino, 
    para arrancar jirones de su esplendor antiguo. 
    Le alienta únicamente su propia gran historia dolorida. 

    Si con dolor el alma se ha templado, es invencible; 
    pero, como el amor, debe el dolor ser mudo: 
    no lo digáis, sufridlo en esperanza. Así este pueblo iluso 
    agonizará antes, presa ya de la muerte, 
    y vedle luego abierto, rosa eterna en los mares.