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  • Señora tomando sopa, de Olga Orozco | Poema

Señora tomando sopa, de Olga Orozco | Poema

  • Poesía Recitada -Tomás Galindo-
  • Poema en español(solapa activa)
Poema en español
Señora tomando sopa

Detrás del vaho blanco está el orden, la invitación o el ruego, 
cada uno encendiendo sus señales, 
centelleando a lo lejos con las joyas de la tentación o el rayo del peligro. 
Era una gran ventaja trocar un sorbo hirviente por un reino, 
por una pluma azul, por la belleza, por una historia llena de luciérnagas. 
Pero la niña terca no quiere traficar con su horrible alimento: 
rechaza los sobornos del potaje apretando los dientes. 
Desde el fondo del plato asciende en remolinos oscuros la condena: 
se quedará sin fiesta, sin amor, sin abrigo, 
y sola en lo más negro de algún bosque invernal donde aúllan los lobos 
y donde no es posible encontrar la salida. 

Ahora que no hay nadie, 
pienso que las cucharas quizás se hicieron remos para llegar muy lejos. 
Se llevaron a todos, tal vez, uno por uno, 
hasta el último invierno, hasta la otra orilla. 
Acaso estén reunidos viendo a la solitaria comensal del olvido, 
la que traga este fuego, 
esta sopa de arena, esta sopa de abrojos, esta sopa de hormigas, 
nada más que por puro acatamiento, 
para que cada sorbo la proteja con los rigores de la penitencia, 
como si fuera tiempo todavía, 
como si atrás del humo estuviera la orden, la invitación, el ruego.

Olga Orozco
  • Con la misma piel, de Olga Orozco | Poema

    Olga Orozco

    Fue muy largo esta vez el año de las víboras, 
    duro como la trama que aprisiona el adiós en la sustancia inmóvil. 
    Sus nudos me ciñeron al vacío, 
    a la viga que corre sobre las sorpresivas salas del infierno 
    y que me balancea a punto de arrojarme, 

  • Catecismo animal, de Olga Orozco | Poema

    Olga Orozco

    Somos duros fragmentos arrancados del reverso del cielo, 
    trozos como cascotes insolubles 
    vueltos hacia este muro donde se inscribe el vuelo de la realidad, 
    la mordedura blanca del destierro hasta el escalofrío. 
    Suspendidos en medio del derrumbe por obra del error, 

  • Señora tomando sopa, de Olga Orozco | Poema

    Olga Orozco

    Detrás del vaho blanco está el orden, la invitación o el ruego, 
    cada uno encendiendo sus señales, 
    centelleando a lo lejos con las joyas de la tentación o el rayo del peligro. 
    Era una gran ventaja trocar un sorbo hirviente por un reino, 

  • Basta con que me lleves, de Olga Orozco | Poema

    Olga Orozco

    Me reconoces, noche, 
    me palpas, me recuentas, 
    no como avara sino como una falsa ciega, 
    o como alguien que no sabe jamás quién es la náufraga y quién la endechadora. 
    Me has escogido a tientas para estatua de tus alegorías, 

  • El sello personal, de Olga Orozco | Poema

    Olga Orozco

    Estos son mis dos pies, mi error de nacimiento, 
    mi condena visible a volver a caer una vez más bajo las implacables ruedas del zodíaco, 
    si no logran volar. 
    No son bases del templo ni piedras del hogar. 
    Apenas si dos pies, anfibios, enigmáticos, 

  • En tu inmensa pupila, de Olga Orozco | Poema

    Olga Orozco

    Me reconoces, noche, 
    me palpas, me recuentas, 
    no como avara sino como una falsa ciega, 
    o como alguien que no sabe jamás quién es la náufraga y quién la endechadora. 
    Me has escogido a tientas para estatua de tus alegorías, 

  • Para hacer un talismán, de Olga Orozco | Poema

    Olga Orozco

    Se necesita sólo tu corazón 
    hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios. 
    Un corazón apenas, como un crisol de brasas para la idolatría. 
    Nada más que un indefenso corazón enamorado. 
    Déjalo a la intemperie, 

  • Se descolgó el silencio, de Olga Orozco | Poema

    Olga Orozco

    Se descolgó el silencio, 
    sus atroces membranas desplegadas como las de un murciélago anterior al diluvio, 
    su canto como el cuervo de la negación. 
    Tu boca ya no acierta su alimento. 
    Se te desencajaron las mandíbulas 

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