Santa tierra desterrada, de Pedro Casariego | Poema

    Poema en español
    Santa tierra desterrada

    Tú sigues siendo 
    el misterio de las apariciones que nunca aparecen 
        pero 
        dentro de mí 
        alguien 
        cambió 
        y no volverá a cambiar 
        jamás 

    ya no hay llanuras en mis montañas 
    ya no hay llanuras y yo 
    yo olvido un sótano de recuerdos dos sótanos llenos 
    y persigo sombreros alegres para dejar de olvidar 
    aunque ya se sabe 
    los sombreros huyen 
        y la alegría 
        y los gatos que no nos felicitan. 

    Olvido. 

    Olvido porque ya soy viejo o ya soy joven: 
    he sido tantos alborotos 
        que ya soy viejo 
    he visto a tantos morir mi muerte 
        que ya soy joven 
    he servido a tantos príncipes 
    he ambicionado piedra he falsificado labios y he jadeado 
    no he faltado a la cita y ahora 
    ya no hay fuego en mi fuego 
    o todas mis mentiras son mentirosas 
    y sólo el cansancio me da vida 
    y sólo tocas mi cansancio 
    y ahora 
    hoy nada me duele y tú no me dueles 

    las tiendas de ultramarinos y los cines de verano 
    y los guerreros indefensos 
    desaparecieron 
    ni siquiera los fabrican 
    fíjate qué triste 

    herrumbrosas y ajenas 
        nuestra soledad es siempre de los otros 
    herrumbrosas y ajenas y tan herrumbre 
    las soledades que en mi acontecen 
    sin ruidos y sin silencios 

    hoy nadie me duele y tú no me dueles 
    mujer 
        tan callada y pobre 
        como una grieta 
    santa tierra desterrada 
    yo que para escandalizarte he robado escándalos 
    sólo Judas pudo amarte como yo te amo 
    sólo Judas y sobre ti veo 
    al cielo que ganó el concurso de cielos 
    y al cielo loco que ganó el concurso de nubes 
    y hasta al único caballo que cabalga 

        santa tierra desterrada 
        tierra santa 
        mi tierra prometida 
        dama de la mayor distancia 
        te he deseado siempre 
        desde el primer reloj 

        pero 
        dentro de mí 
        alguien 
        cambió 
    así que pronto llorarán mis risas 
    y se arrastrarán mis vuelos 
    pronto 
    oiré un viento raptando hojas 
    y las noches sabrán ser días 
        entonces 
        inmediatamente 

    Ayúdame 
    soy un cristo que no tiene cruz 
    soy un cristo de crucigrama 
    ayúdame 
    tú la espina más remota 
    tú sueño que se desmaya 
    tú pequeña niebla de piel 
    tú que no mereces ser el cepillo de dientes de María Magdalena 
    tú puedes ayudarme 
    tú puedes ayudarme complicándome la vida 
        complícame la vida 
        complícamela 

        tú que árida siempre te alejas 
        dame abrazo y herida 
        dame abrazo y herida para tener abrazo 

        tu que no existes 
        sólo tú puedes