Vidrio de una ventana entreabierta de julio Hasta mí que tendido descanso con cansancio feliz de sucesivos tiempos y espacios llega el verano su soplo vital cálido... Vidrio en el que ahora contemplo reflejadas las casas fronteras unos árboles los de esta ciudad mía al regreso de otras y otras y otros paisajes fríos yermos ajenos Unas casas fronteras unas ventanas sobre el cristal de ésta abierta que me devuelve parte de mi ciudad ¿La mía? La mía imaginada recordada resuelta ahora en blando reflejo en deseo y en sueño de lo que pudo ser de lo que no es de lo que me absorbe la mirada la esperanza tan breve (Gracias memoria mía de lo malo aún ya trémula.) Cansancio julio aquí tendido calor nada nada más que un reflejo equívoco un deslumbre frágil de sol un poco de ilusión allá enfrente Sólo un cristal la vida.
Arcángel derribado, el más hermoso de todos tú, el más bello, el que quisiste ser como Dios, ser Dios, mi arcángel triste, sueño mío rebelde y ambicioso.
No, corazón, no te hundas. Y vosotros, ojos, no queráis cerraros en llanto. La vida es mucho más larga, mucho más grande de lo que ahora supones, mucho más magnánima. ¿Te atreverás a decirle que te debe algo? Eres tú quien se lo debes todo.
Vidrio de una ventana entreabierta de julio Hasta mí que tendido descanso con cansancio feliz de sucesivos tiempos y espacios llega el verano su soplo vital cálido... Vidrio en el que ahora contemplo reflejadas las casas