Acudid, gorriones míos, flechas mías. Si una lágrima o una sonrisa al hombre seducen; si una amorosa dilatoria cubre el día soleado; si el golpe de un paso conmueve de raíz al corazón, he aquí el anillo de bodas, transforma en rey a cualquier hada.
Así cantó un hada. De las ramas salté y ella me eludió, intentando huir. Pero, atrapada en mi sombrero, no tardará en aprender que puede reír, que puede llorar, porque es mi mariposa: he quitado el veneno del anillo de bodas.
Poema en el idioma original
The fairy
Come hither, my Sparrows, My little arrows. If a tear or a smile Will a man beguile, If an amorous delay Clouds a sunshiny day, If the step of a foot Smites the heart to its root, ’Tis the marriage-ring… Makes each fairy a king.'
So a Fairy sung. From the leaves I sprung; He leap’d from the spray To flee away; But in my hat caught, He soon shall be taught. Let him laugh, let him cry, He’s my Butterfly; For I’ve pull’d out the sting Of the marriage-ring.
¡Tú, ángel rubio de la noche, ahora, mientras el sol descansa en las montañas, enciende tu brillante tea de amor! ¡Ponte la radiante corona y sonríe a nuestro lecho nocturno! Sonríe a nuestros amores y, mientras corres los
Acudid, gorriones míos, flechas mías. Si una lágrima o una sonrisa al hombre seducen; si una amorosa dilatoria cubre el día soleado; si el golpe de un paso conmueve de raíz al corazón, he aquí el anillo de bodas,
Desciende el sol por el oeste, brilla el lucero vespertino; los pájaros están callados en sus nidos, y yo debo buscar el mío. La luna, como una flor en el alto arco del cielo, con deleite silencioso, se instala y sonríe en la noche.
Cierta vez un sueño tejió una sombra sobre mi cama que un ángel protegía: era una hormiga que se había perdido por la hierba donde yo creía que estaba.
¡Qué dulce es la dulce fortuna del Pastor! Deambula desde el alba hasta el atardecer; debe seguir a su rebaño el día entero, y su lengua se embeberá con alabanzas.