Nocturno eterno, de Xavier Villaurrutia | Poema

    Poema en español
    Nocturno eterno

    Cuando los hombres alzan los hombros y pasan 
    o cuando dejan caer sus nombres 
    hasta que la sombra se asombra 
    cuando un polvo más fino aún que el humo 
    se adhiere a los cristales de la voz 
    y a la piel de los rostros y las cosas 
    cuando los ojos cierran sus ventanas 
    al rayo del sol pródigo y prefieren 
    la ceguera al perdón y el silencio al sollozo 
    cuando la vida o lo que así llamamos inútilmente 
    y que no llega sino con un nombre innombrable 
    se desnuda para saltar al lecho 
    y ahogarse en el alcohol o quemarse en la nieve 
    cuando la vi cuando la vid cuando la vida 
    quiere entregarse cobardemente y a oscuras 
    sin decirnos siquiera el precio de su nombre 
    cuando en la soledad de un cielo muerto 
    brillan unas estrellas olvidadas 
    y es tan grande el silencio del silencio 
    que de pronto quisiéramos que hablara 
    o cuando de una boca que no existe 
    sale un grito inaudito 
    que nos echa a la cara su luz viva 
    y se apaga y nos deja una ciega sordera 
    o cuando todo ha muerto 
    tan dura y lentamente que da miedo 
    alzar la voz y preguntar 'quién vive' 
    dudo si responder 
    a la muda pregunta con un grito 
    por temor de saber que ya no existo 
    porque acaso la voz tampoco vive 
    sino como un recuerdo en la garganta 
    y no es la noche sino la ceguera 
    lo que llena de sombra nuestros ojos 
    y porque acaso el grito es la presencia 
    de una palabra antigua 
    opaca y muda que de pronto grita 
    porque vida silencio piel y boca 
    y soledad recuerdo cielo y humo 
    nada son sino sombras de palabras 
    que nos salen al paso de la noche