'Los dos herradores', de Concepción Arenal | Poema
Título: Los dos herradores
Autora: Concepción Arenal
Narrador: Francisco Fernández
Los dos herradores
Yo conocí un mariscal,
vulgo albéitar o herrador,
sempiterno clavador
de todo pobre animal.
Lo parece, mas no es cuento:
tan buena maña se daba
que los caballos clavaba
noventa y nueve de ciento.
Era antiguo en el lugar,
y había en la vecindad
un mozo de habilidad
que acababa de llegar.
Pasaron dos viajeros
cuyas dos cabalgaduras
venían sin herraduras
en los remos delanteros.
Infórmanse de un vecino
que les da cuenta cabal
del antiguo mariscal,
y del que hace poco vino.
«El viejo es malo en verdad,
el otro no se ha estrenado;
varios me han asegurado
que es mozo de habilidad.»
«Con él voy -dijo Perico-,
que siendo el otro tan lerdo
en probar ¿qué diablos pierdo?
¿Tú qué piensas hacer, chico?»
«Lo que es razón he de hacer,
-Andrés replicó atrevido-.
Vale más mal conocido
que bueno por conocer.»
Y diciendo esta sandez
vase al viejo sin demora;
al cabo de media hora
pónense en marcha otra vez.
Vuela de Perico el jaco,
a poco, dícele Andrés;
«Esta cojea, ¿no ves?»
«Sí, por vida del dios Baco.»
Y era tan urgente el caso
que, antes de andar media legua,
clavada la pobre yegua
no podía dar un paso.
«Me alegro, por San Beltrán,
-exclamó Pedro con risa-
vete ahora, si tienes prisa.
Caballero en tu refrán.
Cuando el refrán es prudente
yo como nadie le aprecio,
mas de los que están en necio
me río bonitamente.
Y creo razón tener
cuando siempre he preferido
a lo malo conocido
lo bueno por conocer.»
El temple
«¿Decidme por qué razón
uno al hierro, otro al acero,
comparaba D. Antero
a Nemesio y a León?»
«Porque con los dos metales
gran semejanza se advierte:
uno débil, otro fuerte,
vinieron al mundo iguales.
...El sobrio y el glotón
Había en un lugarón
dos hombres de mucha edad,
uno de gran sobriedad
y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
gozaba siempre el primero,
estando de Enero a Enero
débil y enteco el segundo.
...El pajarero
En cierto lugar habia
un ricacho solterón
con la más rara afición,
o si se quiere mania.
Y era pájaros juntar,
con maña domesticarlos,
y aun [a] algunos enseñarlos
palabras a pronunciar.
...El mastín y el gallo
Sabido es de cada cual
que aún mucho más que el caballo,
entre los vanos, el gallo
es vanidoso animal.
Había en cierto lugar
uno que el cuello inclinaba
cuando la puerta pasaba
por temor de tropezar;
...
Rosalía de Castro
Su ciega y loca fantasía corrió arrastrada por el vértigo,
tal como arrastra las arenas el huracán en el desierto.
Y cual halcón que cae herido en la laguna pestilente,
cayó en el cieno de la vida, rotas las alas para siempre.
Mas aun sin alas cree o sueña que cruza el aire, los espacios,
y aun entre el lodo se ve limpio, cual de la nieve el copo blanco.
No maldigáis del que, ya ebrio, corre a beber con nuevo afán;
su eterna sed es quien le lleva hacia la fuente abrasadora,
...Alfonsina Storni
Para decirte, amor, que te deseo,
sin los rubores falsos del instinto.
Estuve atada como Prometeo,
pero una tarde me salí del cinto.
Son veinte siglos que movió mi mano
para poder decirte sin rubores:
"Que la luz edifique mis amores".
¡Son veinte siglos los que alzo mi mano!
...Manuel Flores
Bésame con el beso de tu boca,
cariñosa mitad del alma mía,
un sólo beso el corazón invoca,
que la dicha de dos me mataría.
¡Un beso nada mas!...Ya su perfume
en mi alma derramándose, la embriaga;
y mi alma por tu beso se consume
y por mis labios impaciente vaga.
...Manuel Acuña
Ante el recuerdo bendito
de aquella noche sagrada
en que la patria alherrojada
rompió al fin su esclavitud;
ante la dulce memoria
de aquella hora y de aquel día,
yo siento que en el alma mía
canta algo como un laúd.
...