Primer día de vacaciones, de Luis García Montero | Poema

    Poema en español
    Primer día de vacaciones

    Nadaba yo en el mar y era muy tarde, 
    justo en ese momento 
    en que las luces flotan como brasas 
    de una hoguera rendida 
    y en el agua se queman las preguntas, 
    los silencios extraños. 

    Había decidido nadar hasta la boya 
    roja, la que se esconde como el sol 
    al otro lado de las barcas. 

    Muy lejos de la orilla, 
    solitario y perdido en el crepúsculo, 
    me adentraba en el mar 
    sintiendo la inquietud que me conmueve 
    al adentrarme en un poema 
    o en una noche larga de amor desconocido. 

    Y de pronto la vi sobre las aguas. 

    Una mujer mayor, 
    de cansada belleza 
    y el pelo blanco recogido, 
    se me acercó nadando 
    con brazadas serenas. 
    Parecía venir del horizonte. 

    Al cruzarse conmigo, 
    se detuvo un momento y me miró a los ojos: 
    no he venido a buscarte, 
    no eres tú todavía. 

    Me despertó el tumulto del mercado 
    y el ruido de una moto 
    que cruzaba la calle con desesperación. 
    Era media mañana, 
    el cielo estaba limpio y parecía 
    una bandera viva 
    en el mástil de agosto. 
    Bajé a desayunar a la terraza 
    del paseo marítimo 
    y contemplé el bullicio de la gente, 
    el mar como una balsa, 
    los cuerpos bajo el sol. En el periódico 
    el nombre del ahogado no era el mío.