Lo queramos o no sólo tenemos tres alternativas: el ayer, el presente y el mañana.
Y ni siquiera tres porque como dice el filósofo el ayer es ayer nos pertenece sólo en el recuerdo: a la rosa que ya se deshojó no se le puede sacar otro pétalo.
Las cartas por jugar son solamente dos: el presente y el día de mañana.
Y ni siquiera dos porque es un hecho bien establecido que el presente no existe sino en la medida en que se hace pasado y ya pasó... como la juventud.
En resumidas cuentas sólo nos va quedando el mañana: yo levanto mi copa por ese día que no llega nunca pero que es lo único de lo que realmente disponemos.
Lo queramos o no sólo tenemos tres alternativas: el ayer, el presente y el mañana.
Y ni siquiera tres porque como dice el filósofo el ayer es ayer nos pertenece sólo en el recuerdo: a la rosa que ya se deshojó no se le puede sacar otro pétalo.
Por qué te entregas a esa piedra niño de ojos almendrados con el impuro pensamiento de derramarla contra el árbol. Quien no hace nunca daño a nadie no se merece tan mal trato. Ya sea sauce pensativo ya melancólico naranjo
El que quiera llegar al paraíso del pequeño burgués tiene que andar el camino del arte por el arte y tragar cantidades de saliva: el noviciado es casi interminable.
HAY QUE PAVIMENTAR la cordillera pero no con cemento ni con sangre como supuse en 1970 hay que pavimentarla con violetas hay que plantar violetas hay que cubrirlo todo con violetas humildad igualdad