La pipa de Kif, de Ramón María del Valle-Inclán | Poema

    Poema en español
    La pipa de Kif

    Mis sentidos tornan a ser infantiles, 
    tiene el mundo una gracia matinal, 
    mis sentidos como gayos tamboriles 
    cantan en la entraña del azul cristal 
    con rítmicos saltos plenos de alegría, 
    cabalga en el humo de mi pipa Puk, 
    su risa en la entraña del azul del día 
    mueve el ritmo órfico amado de Gluk. 
    Alumbran mi copta conciencia, hipostática 
    las míticas luces de un indo avatar, 
    que muda mi vieja sonrisa socrática 
    en la risa joven del Numen Solar. 
    Divino penacho de la frente triste, 
    en mi pipa el humo da su grito azul, 
    mi sangre gozosa claridad asiste 
    si quemo la Verde Yerba de Estambul. 
    Voluta, de humo, vágula cimera, 
    tú eres en mi frente la última ilusión 
    de aquella celeste azul Primavera 
    que movió la rosa de mi corazón. 
    Niña Primavera, dueña de los linos 
    celestes. Princesa Corazón de Abril, 
    peregrina siempre sobre mis caminos 
    mundanos. Tú eres mi «spirto gentil». 
    ¡Y jamás le nieguen tus cabellos de oro, 
    jarcias a mi barca, toda de cristal: 
    la barca fragante que guarda un tesoro 
    de aromas y gemas y un cuento oriental! 
    El ritmo del orbe en un ritmo asumo, 
    cuando por ti quemo la Pipa de Kif, 
    y llegas mecida en la onda del humo 
    azul, que te evoca como un «leit-motif». 
    Tu luz es la esencia del canto que invoca 
    la Aurora vestida de rosado tul, 
    el divino canto que no tiene boca 
    y el amor provoca con su voz azul. 
    ¡Encendida rosa! ¡Encendido toro! 
    ¡Encendidos números que rimó Platón! 
    ¡Encendidas normas por donde va el coro 
    el mundo: Está el mundo en mi corazón! 
    Si tú me abandonas, gracia del hachic, 
    me embozo en la capa y apago la luz. 
    ya puede tentarme la Reina del Chic. 
    no dejo la capa y le hago la †.