Aún caerá la lluvia
sobre dulces empedrados,
una lluvia ligera
como un hálito o un paso.
Aún la brisa y el alba
florecerán ligeras
como bajo tu paso,
y tú regresarás.
Entre flores y alféizares,
los gatos lo sabrán.
Llegarán otros días,
llegarán otras voces.
Sonreirás sola.
Los gatos lo sabrán.
Oirás viejas palabras,
vanas y cansadas
como vestidos usados
de las fiestas pasadas.
Tú también harás gestos.
Responderás palabras;
rostro de primavera,
tú también harás gestos.
Los gatos lo sabrán,
rostro de primavera,
y la lluvia ligera,
el alba de jacinto,
que el corazón lacera
de quien no te espera,
son la triste sonrisa
que tú sonríes sola,
Llegarán otros días,
voces y despertares.
Sufriremos al alba,
rostro de primavera.
10 de abril 1950