Morí por la Belleza — pero apenas
en la Tumba yacía
Cuando a uno que murió por la Verdad dejaron
En la Estancia contigua —
Me preguntó en voz baja la causa de mi muerte.
“Por la belleza”, dije-
“Y yo — por la verdad — las Dos son Una sola —
Somos Hermanos”, dijo —
Así, como Allegados que de Noche se encuentran —
Hablamos a través de los Muros —
Hasta que el Musgo hubo alcanzado nuestros labios —
Y cubierto — nuestros nombres —
I died for Beauty — but was scarce
Adjusted in the Tomb
When One who died for Truth, was lain
In an adjoining room —
He questioned softly «Why I failed»?
«For Beauty», I replied —
«And I — for Truth — Themself are One —
We Brethren, are», He said —
And so, as Kinsmen, met a Night —
We talked between the Rooms —
Until the Moss had reached our lips —
And covered up — our names —
Emily Elizabeth Dickinson (Amherst, Massachusetts), fue una poeta estadounidense. Su poesía apasionada le ha colocado en el reducido panteón de poetas fundamentales estadounidenses junto a Edgar Allan Poe, Ralph Waldo Emerson y Walt Whitman. Dickinson procedía de una familia de prestigio y poseía fuertes lazos con su comunidad, aunque vivió gran parte de su vida recluida en su casa. Los conocidos de Dickinson probablemente sabían de sus escritos pero no fue hasta después de su muerte, en 1886, cuando Lavinia, la hermana pequeña de Dickinson, descubrió los poemas que Emily guardaba y se logró hacer evidente la amplitud de su obra.