Aquella vez que vino tu recuerdo, de Evaristo Carriego | Poema

    Poema en español
    Aquella vez que vino tu recuerdo

    La mesa estaba alegre como nunca. 
    Bebíamos el té: mamá reía 
    recordando, entre otros, 
    no sé qué antiguo chisme de familia, 
    una de nuestras primas comentaba 
    — recordando con gracia los. modales, 
    de un testigo irritado — el incidente 
    que presenció en la calle; 
    los niños se empeñaban, chacoteando, 
    en continuar el juego interrumpido, 
    y los demás hablábamos de todas 
    las cosas de que se habla con cariño. 
    Estábamos así, contentos, cuando 
    alguno te nombró, y el doloroso 
    silencio que de pronto ahogó las risas, 
    con pesadez de plomo 

    persistió largo rato. Lo recuerdo 
    como si fuera ahora: nos quedamos 
    mudos, fríos. Pasaban los minutos, 
    pasaban y seguíamos callados. 
    Nadie decía nada pero todos 
    pensábamos lo mismo. Como siempre 
    que la conmueve una emoción penosa, 
    mamá disimulaba ingenuamente 
    queriendo aparecer tranquila. ¡Pobre! 
    ¡Bien que la conocemos!... Las muchachas 
    fingían ocuparse del vestido 
    que una de ellas llevaba; 
    los niños, asombrados de un silencio 
    tan extraño, salían de la pieza. 
    Y los demás seguíamos callados 
    sin mirarnos siquiera.