Residuo de fábrica, de Evaristo Carriego | Poema

    Poema en español
    Residuo de fábrica

    Hoy ha tosido mucho. Van dos noches 
    que no puede dormir, noches fatales, 
    en esa oscura pieza donde pasa 
    sus más amargos días, sin quejarse. 

    El taller la enfermó, y así, vencida 
    en plena juventud, quizá no sabe 
    de una hermosa esperanza que acaricie 
    sus largos sufrimientos de incurable. 

    Abandonada siempre, son sus horas 
    como su enfermedad: interminables. 
    Sólo a ratos, el padre, se le acerca 
    cuando llega borracho, por la tarde... 

    Pero es para decirle lo de siempre, 
    el invariable insulto, el mismo ultraje: 
    ¡Le reprocha el dinero que le cuesta 
    y la llama haragana, el miserable! 

    Ha tosido de nuevo. El hermanito 
    que a veces en la pieza se distrae 
    jugando, sin hablarla, se ha quedado 
    de pronto serio como si pensase... 

    Después se ha levantado, y bruscamente 
    se ha ido murmurando al alejarse, 
    con algo de pesar y mucho de asco: 
    —que la puerca, otra vez escupe sangre...