Muchos libros, muchas voces y un poco más.
El primer amante
me ciñó un collar
de perlas nacidas
en ignoto mar;
con él, un palacio
y esclavas sin par
y un templo y un trono
pudiera comprar.
La piedra en la playa se evapora.
El lago perece bajo el sol.
Los esqueletos de los animales
están ocultos bajo las arenas eternas
del desierto.
Las cosas caminan,
mueren una en la otra,
navegan como pensamientos
en el alma del espacio.