Muchos libros, muchas voces y un poco más.
En un jardín de aquel país horrendo
hallé a Fantina, de ojos maternales
y desnudeces mórbidas, tejiendo
guirnaldas con las rosas vesperales.
Entre los tibios muslos te palpita
un negro corazón febril y hendido
de remoto y sonámbulo latido
que entre oscuras raíces se suscita;
ODAMOR
Para enamorarme de ti
no hace falta la luna
ni que sea primavera
ni que caigan las Estrellas...
Para enamorarme de ti
no es necesario el visto bueno de tu Madre
ni el aplauso de tu Padre
ni aprobación de abogado