Muchos libros, muchas voces y un poco más.
Muerte, no te enorgullezcas, aunque algunos te hayan llamado
poderosa y terrible, no lo eres;
porque aquellos a quienes crees poder derribar
no mueren, pobre Muerte; y tampoco puedes matarme a mí.
El reposo y el sueño, que podrían ser casi tu imagen,
El que desterrado por la pobreza
vive sin corazón en lo lejano,
y a nada atiende como suyo
y es lóbrego y cansado bajo el cielo.
El que sale vencido de su casa
y lo arrastra la gente en su murmullo
y transcurre vacío por la calle
Soy de los que ardientemente detestan la injusticia,
de los que creen que es indigno casi cualquier privilegio;
y al tiempo soy clasista y amo la diferencia.
Creo en el pueblo y me llena de rabia la pobreza,
mas soy también feroz individualista, singular extremo.
Cada uno tiene
su pedazo de tiempo
y su pedazo de espacio,
su fragmento de vida
y su fragmento de muerte.
Pero a veces los pedazos se cambian
y alguien vive con la vida de otro
o alguien muere con la muerte de otro.
Los hay que no pueden dejar de fumar,
los hay alcohólicos y cada siete días,
los hay adictos a la coca, a la heroína,
a la próxima forma de evadir o alucinar.