
Muchos libros, muchas voces y un poco más.
Yo no mato a nadie,
tú no matas a nadie,
él no mata a nadie,
nosotros matamos a todos,
vosotros nos matáis,
ellos se entrematan solos.
Nadie sabe por qué.
El interés de la deuda soberana no cabe
en un poema. La poesía es infantil frente a
dos puntos de la prima de riesgo,
el descenso de la demanda agregada o la
eficiencia de nuevos mecanismos de esperanza.
Te escribo, aunque ya sé que ninguna mujer
debe escribir;
lo hago, para que lejos en mi alma puedas leer
cómo al partir.
No he de trazar un signo que en ti mejor grabado
no exista ya.
De quien se ama, el vocablo cien veces pronunciado
nuevo será.
Desde el perfume en que te quiero tanto
hasta esa gran ternura que como túnica te viste
hay un camino a mi alma
que es un camino a mi dicha