
Muchos libros, muchas voces y un poco más.
Rodajas de limón
zumos de sol, cálido
verano, se digieren algas
lentas como ahogados, ya
aprendimos el lenguaje
del juke-box, del amor
fox y sobre todo trot, lento
vivo adagio corazón caballo
loco, triste se desploma el cuerpo
Me quedé muda, en mi delirio;
mi corazón latía convulso;
y el batir loco de mi pulso
era en mis senos un martirio,
vivo rubor en mis mejillas.
-¡Abenámar, Abenámar, moro de la morería,
el día que tú naciste grandes señales había!
Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida,
moro que en tal signo nace no debe decir mentira.