Muchos libros, muchas voces y un poco más.
Yo no mato a nadie,
tú no matas a nadie,
él no mata a nadie,
nosotros matamos a todos,
vosotros nos matáis,
ellos se entrematan solos.
Nadie sabe por qué.
En la orilla del Sena sé y no sé
si el autobús me lleva o la ballena
de Jonás me conduce al Quai d'Orsay.
La arena de los mares suena, suena.
Régates a Argenteuil de Claude Monet
se mueven en mis ojos y la arena
que pinta en los desiertos Guillaumet: