
Muchos libros, muchas voces y un poco más.
Yo tenía una libélula en el corazón como otros tienen una patria
a la que adulan con la semilla de los ojos. Verdaderamente
las especies de la verdad son cosas difíciles de creer,
extraños seres petrificados en la ternura como benignos nódulos
No es sólo la pasión de los abrazos,
la saliva, el aroma, el vértigo, los besos
o el plácido desvelo de la ausencia.
c. 1980
barnízate
te quiero
genio del can-can
docena de flores.
Al ganado, ¿y para qué?
Anónimo, final del siglo XV
¡AY!, lo poco que me queda
al final lo perderé.
Y después de todo, ¿qué?
¡Con lo poco que me queda!