Muchos libros, muchas voces y un poco más.
La poesía ahora mismito está levantada.
Como los brazos de siete mujeres que ondean sus llamamientos.
En realidad son ocho las que llaman/ pero tú sólo levantas tus párpados/
y es lo terso que cabalga sobre tus dunas lo que me llama.
Dos atletas saltan de un lado a otro de mi alma
lanzando gritos y bromeando acerca de la vida:
y no sé sus nombres. Y en mi alma vacía escucho siempre
cómo se balancean los trapecios. Dos
atletas saltan de un lado a otro de mi alma
Tomaron un pequeño apartamento
al calor de la historia que empezaba
en un pueblo radiante de la costa.
Las familias miraban de reojo
su dulce suficiencia,
su ambigua cercanía cuando tomaban sol,
los leves empujones en la orilla
En los frescos lagares duerme el zumo oloroso
de las uvas maduras. Turbador, amoroso,
es el vapor que sube de los frescos lagares.
¡Y tu aliento oloroso como los azahares!