Muchos libros, muchas voces y un poco más.
Lo que existe parece que no existe
porque tú lo has tocado ser adentro,
porque tú lo has tocado beso adentro
con la nerviosa lengua de la nada.
Vamos a hablar claro. Otra vez.
Aunque no quede bonito. Aunque no nos vayan a coger
para un telediario (o mejor dicho, gracias a eso).
Vamos a decir lo que vemos. O mejor, lo que no vemos
por ningún sitio.
Vemos un puñado de peces esparcidos por el suelo,
Entrando en la ciudad por alta mar
la grande bestia vi: su rojo ser
Entré por alta luz por alto amor
entréme y encontréme padecer
Un sol al rojo blanco en mi interior
crecía y no crecía sin cesar
y el alma con las hordas del calor