Muchos libros, muchas voces y un poco más.
Conversar por teléfono con Pablo.
Ver cómo se va quedando dormida
muy lentamente, Blanca entre mis brazos,
al escuchar la misma melodía
con la que dormía a su madre hace años.
Salir de vacaciones con mis hijas,
y aceptar que se hayan ido marchando,
Hemos amado juntos tantas cosas
que es difícil amarlas separados.
Parece que se hubieran alejado de pronto
o que el amor fuera una hormiga
escalando los declives del cielo.
No puedo cerrar mis puertas
ni clausurar mis ventanas:
he de salir al camino
donde el mundo gira y clama,
he de salir al camino
a ver la muerte que pasa.
Arcángel derribado, el más hermoso
de todos tú, el más bello, el que quisiste
ser como Dios, ser Dios, mi arcángel triste,
sueño mío rebelde y ambicioso.
Cuando ya la resaca deje mi alma en la playa,
y del arco agobiado de mi espalda se vaya
el ala cercenada, cual vela desafiante,
en cicatriz y estela prolongará el instante.
Cuando yo espire a la empinada sierra
transportad mi cadáver y en la cumbre,
¡no lo arrojéis debajo de la tierra,
sino encima, del sol bajo la lumbre!