Muchos libros, muchas voces y un poco más.
El escándalo rubio de tu piel
recibe el viento en gotas de rocío;
orza la vela rubia tu navio
por un mar encendido de papel.
Exacto y cotidiano
el cielo se derrama como un oscuro vino,
se agazapa a dormir en los zaguanes,
endurece los patios, los
postigos,
enciende las pupilas de los gatos.
En las mezquinas calles
minuciosos golpean
No sé, pero quizás me esté yendo de algo, de todo,
de la mañana, del olor frío de los árboles o del íntimo sabor
de mi mano.
Pero estas llamas y la lluvia bajan por la tarde del día elevadas,
con su trabajo cruel y afanoso, con el terror de la primavera