Muchos libros, muchas voces y un poco más.
... Algún día encontraré una palabra
que penetre en tu vientre y lo fecunde,
que se pare en tu seno
como una mano abierta y cerrada al mismo tiempo.
Buscaba mi alma con afán tu alma,
buscaba yo la virgen que mi frente
tocaba con su labio dulcemente
en el febril insomnio del amor.
Yo no sé dónde está, pero su luz me llama,
¡oh misteriosa estrella de un inmutable sino!...
Me nombra con el eco de un silencio divino
y el luminar oculto de una invisible llama.
Si alguna vez acaso me aparto del camino,