Muchos libros, muchas voces y un poco más.
Vienen y nadie sabe de dónde vienen.
Suzanne te lleva abajo hacia su lugar cerca del río.
Puedes oír las barcas pasar, puedes pasar la noche junto a ella
y sabes que está medio loca, pero por eso mismo quieres estar allá.
Y te alimenta con té y naranjas que trajo desde la China.