Muchos libros, muchas voces y un poco más.
Tu sombrero se levanta despacio, saluda, y vuela al viento,
tu cabeza desnuda enamora a las nubes,
tu corazón tiene que hacer en otra parte,
tu boca asimila lenguas nuevas,
la hierba tembladera menudea por aquí,
Andamos muy despacio, llueva o nieve,
en busca del lugar donde rezan los hombres.
Es tan llano el camino que no es fácil
seguirlo sin perderse.